Durante muchos años, los corchos fueron considerados la forma tradicional de cerrar las botellas de vino. Pero hoy, las tapas de aluminio están ganando popularidad rápidamente entre bodegas de todo el mundo—especialmente para vinos blancos, rosados y tintos jóvenes.
Aquí te explicamos por qué las tapas de aluminio están transformando la industria del envasado del vino:
1. Mayor consistencia que el corcho natural
El corcho puede variar en densidad y calidad, lo que puede causar oxidación o sabor a corcho.
Las tapas de aluminio eliminan estas variaciones y garantizan que cada botella sepa exactamente como debería.
2. Mejor preservación del sabor y la frescura
Las tapas a rosca proporcionan un sellado hermético que protege el vino de la oxidación.
Esto es especialmente importante para vinos afrutados que dependen de la frescura para una mejor experiencia de consumo.
3. Comodidad para productores y consumidores
Las tapas a rosca son más fáciles de aplicar, más fiables en la producción masiva y más prácticas para el consumidor.
No requieren sacacorchos y no existe riesgo de que se rompan al abrir la botella.
Las tapas de aluminio ya no son una alternativa económica: ahora son una solución moderna, de alta calidad y práctica, adoptada por muchas bodegas premium.

